La Gracia de Dios

 
 
   

¿Para qué nos es dada la gracia de Dios? ¿Qué dice la Biblia y que dicen los hombres?

11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado, trayendo salvación a todos los hombres, 12 enseñándonos, que negando la impiedad y los deseos mundanos, vivamos en este mundo sobria, justa y piadosamente, 13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús, 14 quien se dio a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad y purificar para si un pueblo para posesión suya, celoso de buenas obras.
15 Esto habla, exhorta y reprende con toda autoridad[. Que nadie te menosprecie.
Tito 2:11-15

La gracia de Dios nos ha sido dada primeramente para Salvación, y después para que neguemos la impiedad y los deseos mundanos y así podamos vivir como testimonio de que hemos sido comprados por Su sangre y seamos testimonio de palabra y de obra.
Esto es lo que dice Dios; Su Gracia nos ha sido dada para un propósito eterno y no para que seamos prosperados en nuestros deseos mundanos.

12 Para nosotros, el motivo de satisfacción es el testimonio de nuestra conciencia: Nos hemos comportado en el mundo, y especialmente entre ustedes, con la santidad y sinceridad que vienen de Dios. Nuestra conducta no se ha ajustado a la sabiduría humana, sino a la gracia de Dios. 
2 Corintios 1:12

La gracia de Dios nos es dada para que nuestra conducta, la forma de comportarnos: sea en santidad y sinceridad. Su gracia no nos ha sido dada en vano, ni para hacer los deseos de nuestra carne, ni para nuestro propio beneficio; sino para Glorificarlo a Él.

Cuidado con los que te desean la gracia de Dios para prosperar en tus placeres, cuidado con los que te desean la gracia de Dios para “rebanarla con ganas”.  La Gracia de Dios es para llevarnos a la santidad, sin la cual nadie veremos a Dios.  No uses, ni abuses de Su Gracia; porque de Dios nadie se burla.

14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Hebreos 12:14

No te dejes engañar, han salido muchos falsos profetas que te dicen lo que quieres escuchar; y más que ayudarte a llegar a la santidad; sin la cual nadie verá al Señor, buscan endulzarte tu oído para ganar tu favor. Cuidado.
Es a Dios y no a los hombres, al que debemos buscar agradar; porque es solamente del Señor, de Quién recibiremos la herencia de la vida eterna.

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
Efesios 2:8-9

¿Sabes cuánto vale la gracia de Dios? LA SALVACION, TU SALVACION, MI SALVACION.  Así de mucho vale, su sangre derramada en la cruz para pagar el lugar que merecíamos. El tener la certeza de que ahora tenemos vida eterna en el cielo, en el paraíso. Eso es lo que vale Su Gracia.
El arrepentirnos de nuestro pecado, cambiando de vida (gracias al poder del Espíritu Santo)… y recibiendo por gracia el regalo de Salvación, nos da acceso al cielo.  La gracia de Dios para darnos vida eterna, es el mayor tesoro que podamos recibir.
Entonces, ¿Vas a usar esa gracia de Dios en vano?

Cualquiera que te “endulza” el oído y te desea gracia para los deseos mundanos, para que la “rebanes con ganas”, que tolera la inmoralidad sexual porque dice: no ser religioso, esta siendo piedra de tropiezo…

Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.
Mateo 18:6

Pero si tú eres el que te crees muy libre y “nada religioso”, arrepiéntete y cambia el rumbo, porque las almas que desvíes, te serán demandadas.

Mas tened cuidado, no sea que esta vuestra libertad de alguna manera se convierta en piedra de tropiezo para el débil.
1 Corintios 8:9

Ojalá hoy podamos valorar y entender lo que la Gracia de Dios significa y que nunca la usemos en vano; y menos como licencia para pecar “libremente” o tolerarles a otros a que pequen. Ya que les estamos robando el que puedan heredar el reino de Dios.

Busquemos ser llenos del Espíritu Santo para no ser engañados, solo Él es Quien nos guía y revela la Verdad de la Palabra de Dios.
En esta pasaje podemos leer como David, después de arrepentirse de la forma que había abusado de la gracia de Dios oró:

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
y renueva un espíritu recto dentro de mí.
11 No me eches de tu presencia,
y no quites de mí tu santo Espíritu.
12 Restitúyeme el gozo de tu salvación,
y sostenme con un espíritu de poder.
13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
y los pecadores se convertirán a ti.
Salmo 51:10-13

David ora primeramente: para que Dios cree en él un corazón limpio, que renueve un espíritu recto, que no le quite el Espíritu Santo, que le devuelva ese gozo de Salvación que antes había experimentado… y después de esto, David desea enseñar a los transgresores los Caminos de Dios, para que los pecadores se conviertan al Señor.
Para que se arrepientan, busquen al Señor y reciban Salvación y  Vida Eterna.

No vemos a David orando para que pueda distribuir la gracia de Dios “endulzando” los oídos de quienes quieren vivir en “libertad” para el mundo, y menos para ser cómplice de sus pecados.
David quiere primero: tener un corazón limpio y después: enseñar el Camino de Dios para que los pecadores se conviertan, no para repartir gracia mundana,  ni para tolerar su pecado.

¿Crees que por el simple hecho de haber recibido a Jesús como Salvador y Señor ya tienes la vida eterna?  No nos dejemos engañar; si no nos arrepentimos, cambiamos de vida, buscamos la santidad y dejamos de ser piedra de tropiezo… esto es lo que escucharemos de parte de Dios:

21 No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros[?” 23 Y entonces les declararé: “Jamás os conocí; apartaos de mi, los que practicais la iniquidad.”
Mateo 27:21-23

«Padre Nuestro que estás en el cielo, gracias por Tu Palabra, Viva y Eficaz; que nos confronta para poder realmente conocer si andamos en Tu Camino o solo creemos que tenemos Salvación, viviendo la vida a nuestra manera.  Hoy, en nombre de Jesús te damos gracias por Tu Palabra y te pedimos que sea tu Espíritu Santo el que siempre nos guíe a la Verdad y nos redarguya cuando nos estamos apartando de Ti, para que siempre busquemos con humildad andar en Tu Caminio, Camino de bien, de bendición y de vida eterna.
Gracias Padre por tu Hijo Jesús, Quién tomó nuestro lugar en la cruz, por el don de arrepentimiento  y por tu Espíritu Santo que nos guía a la Verdad y nos va transformando a la imagen de tu Hijo Jesús, para llevarnos a la santidad.  Te bendecimos, te alabamos y te damos gracias porque cuando nos arrepentimos, Tu Misericordia es nueva cada mañana y siempre nos perdonas. Te amamos y te damos gracias porque sabemos que la obra que has iniciado en cada uno de nosotros, la perfeccionarás hasta el día de tu venida; el cual esperamos con gran gozo!».

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