Dios los entrega a los madianitas

 
 
   

En este mensaje, vamos a entender un poco de lo que hace Dios, cuando su pueblo hace lo malo delante de Él.  Dios ha tenido mucha paciencia con los mexicanos, pero no podemos creer que si antes disciplinaba a su pueblo, entregándolo a los enemigos; no vaya a hacer lo mismo hoy con todos los que se revelen contra Él.

6 Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del Señor, y el Señor los entregó en manos de Madián por siete añosY el poder de Madián prevaleció sobre Israel. Por causa de los madianitas, los hijos de Israel se hicieron escondites en las montañas y en las cavernas y en los lugares fortificados. Porque sucedía que cuando los hijos de Israel sembraban, los madianitas venían con los amalecitas y los hijos del oriente y subían contra ellos; acampaban frente a ellos y destruían el producto de la tierra hasta Gaza, y no dejaban sustento alguno en Israel, ni oveja, ni buey, ni asno. Porque subían con su ganado y sus tiendas, y entraban como langostas en multitud, tanto ellos como sus camellos eran innumerables; y entraban en la tierra para devastarlaAsí fue empobrecido Israel en gran manera por causa de Madián, y los hijos de Israel clamaron al Señor.
Jueces 6:1-6

¿Quién entregó al pueblo a los madianitas (enemigos)?  Dios mismo.
¿Por qué razón?  Porque hicieron lo malo delante de Dios.

Y si Dios entrega a los que hacen lo malo a los enemigos, entonces, ¿por qué creemos que Dios librará a los que hoy en día hacen lo malo?

Dios es amor, pero también es justo y fuego consumidor para quién no se arrepiente.

Por hacer lo malo, Dios entregó a su pueblo a Madian, a los madianitas… quienes representan un espíritu que viene a robar; viene a generar un estado de pobreza y escasez.  La escasez a recursos básicos que cualquier ser humano necesita para vivir dignamente, como el de: agua, alimento, vivienda, energía, etc.
Dios puede permitir que lleguen los madianitas y roben aún lo más básico para el ser humano.

Aunque hay algo que me llama la atención: los israelitas se hacían escondites. ¿Cómo? ¿Por qué se escondían cuando llegaban los enemigos? En vez de pelear, alzar la voz y defender lo que era de ellos… se escondían!!  Pues, que buenos para nada.
Y durante siete largos años estuvieron así. Y Dios lo permitió.

Pasaron por un tiempo muy difícil, situaciones dolorosas de enemigos viniendo a robar lo que con tanto esfuerzo lograban; pero Dios tenía un propósito.
En esta historia, podemos ver… que el pueblo estaba apartado de Dios, haciendo lo malo; y fue hasta que ya no podían soportar más a los madianitas que venían a robarles lo más básico, que el pueblo decidió CLAMAR al Señor.

¿Por qué se habrán tardado tanto en buscar y clamar a Dios?

Es hasta ese momento, después de siete años… que el pueblo clama, y  Dios los escucha y les levanta a un libertador, a Gedeón, a quién le daría indicaciones y una estrategia clara para derribar al enemigo.

Después de que Dios le confirma a Gedeón, por medio de una señal (del vellón mojado), que Dios estaba con él, y que le daría la victoria, Gedeón queda atento a escuchar y a OBEDECER cada indicación que Dios le fue dando paso a paso.

Gedeón se aseguró que el llamado fuera de Dios, y decidió escucharlo y obedecerlo; porque aunque Dios le aseguró la victoria, había una parte que le correspondía a este guerrero hacer.
Hoy hay muchas personas que creen que con solamente la oración, Dios hará; pero Dios nos ha llamado para hacer nuestra parte, Él nos dará indicaciones.  Dios es quien pelea nuestras batallas y no da la victoria, pero tenemos que levantar la voz, marchar, tocar las trompetas, hacer; según como Dios nos vaya indicando, a su manera y a su tiempo.

Hay una responsabilidad que Dios ha puesto  en cada uno de nosotros, y aunque Dios ya ha dicho que nos dará la victoria, hay algo que nos corresponde hacer.

En los capítulos 6 y 7 de Jueces,  podrás leer la historia completa; pero en resumen, quiero compartirte que Dios le mostró a Gedeón que no necesitaba un gran ejército de gente para obtener la victoria. Unos cuantos, 300 personas, podrían derribar a la multitud de enemigos que se levantaban contra ellos.
Y así es, cuando Dios está con nosotros… no necesitamos ser demasiados; lo que necesitamos es creerle a Dios y obedecerlo, tal y como lo hizo Gedeón.

Dios le indicó a Gedeón que bajara al campamento de los madianitas, y ahí permitió que escuchara el sueño de uno de ellos, así como la interpretación: en dónde Dios entregaría a los madianitas en manos de él mismo.

¿Dios te ha permitido escuchar más de lo que otros escuchan? Pues tienes una responsabilidad delante de Dios.

Mira lo que hizo después de lo que Dios le permitió escuchar:

15 Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, se inclinó y adoró. Volvió al campamento de Israel, y dijo: Levantaos, porque el Señor ha entregado en vuestras manos el campamento de Madián.
Jueces 7:15

Y así fue, El Señor cumplió Su Palabra, los madianitas acabaron peleando entre ellos y otros enemigos y Gedeón y su gente, salieron bien librados de la batalla.

Algo que me llama la atención que Dios les pidió hacer fue: rodear el campamento y tocar fuertemente las trompetas, gritar con la espada del Señor, hacer ruido!  Esto hizo que los enemigos tuvieran miedo y huyeran.

19 Y llegó Gedeón con los cien hombres que estaban con él a las afueras del campamento, al principio de la guardia de medianoche, cuando apenas habían apostado la guardia; tocaron las trompetas y rompieron los cántaros que tenían en las manos.
20 Cuando las tres compañías tocaron las trompetas, rompieron los cántaros, y sosteniendo las antorchas en la mano izquierda y las trompetas en la mano derecha para tocarlas, gritaron: ¡La espada del Señor y de Gedeón!  21Cada uno se mantuvo en su lugar alrededor del campamento; y todo el ejército echó a correr gritando mientras huían. 22 Cuando tocaron las trescientas trompetas, el Señor puso la espada del uno contra el otro por todo el campamento; y el ejército huyó hasta Bet-sita, en dirección de Zerera, hasta la orilla de Abel-mehola, junto a Tabat. 23 Y los hombres de Israel se reunieron, de Neftalí, de Aser y de todo Manasés, y persiguieron a los madianitas.

Jueces 7:19-23

Que hoy podamos levantar la voz ante cualquiera de los enemigos que vienen a robar lo que Dios ya nos ha dado, para lo que ha venido Jesús: a darnos vida y vida en abundancia.  No dejemos de tocar las trompetas, de gritar con la espada del Señor, de hacer ruido alrededor de nuestros enemigos; no necesitamos ser un gran ejército.  Dios levantó a Gedeón con 300 hombres y derrotaron a más de 120 mil hombres malvados, porque Dios estaba con ellos.

“Padre, te damos gracias por Tu Palabra; que nos fortalece y nos anima a seguir confiando que Tu eres Dios, y que sigues dando la victoria a tu pueblo cuando con un corazón sincero venimos delante de ti a Adorarte y reconocer que te necesitamos en nuestra vida.
Sabemos que así como entregabas a tu pueblo a los enemigos cuando hacían lo malo, también les dabas la victoria una y otra vez cuando clamaban a Ti; hoy sigues haciendo lo mismo, porque Tu no cambias.
Te damos gracias porque eres nuestro Padre, Dios todopoderoso y estás a una oración de distancia cuando reconocemos que te necesitamos.
Hoy venimos delante de ti, en el nombre poderoso de Jesús, para que una vez más nos des indicaciones y la estrategia para que los enemigos huyan, que se peleen entre ellos y sean derrotados.  Bendice a México, Padre Celestial, en el nombre de Jesús y con El Poder de Tu Espíritu Santo.”

Por tu Encuentro con Jesús,
-Ani Garza T

 

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