El discernimiento de espíritus, es un don dado por el Espíritu Santo con el cual una persona que ha nacido de nuevo: que ha recibido a Jesús como único y suficiente Salvador y Señor, puede distinguir entre el bien y el mal. Aunque todos tenemos cierta medida de discernimiento, este va aumentando conforme el creyente madura en el Espíritu, el cual es alimentado por La Palabra de Dios: al leerla, meditarla, pero sobre todo al ponerla en práctica.
El discernimiento de espíritus es uno de los nueve dones y es repartido por el Espíritu Santo, como Él quiere de acuerdo a su plan o propósito para edificar el cuerpo de Cristo, la iglesia.
4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6 Y hay diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios el que hace todas las cosas en todos. 7 Pero a cada uno se le da la manifestación del Espíritu para el bien común. 8 Pues a uno le es dada palabra de sabiduría por el Espíritu; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; 9 a otro, fe por el mismo Espíritu; a otro, dones de sanidad por el único Espíritu; 10 a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversas clases de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas. 11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, distribuyendo individualmente a cada uno según la voluntad de Él.
1 Corintios 12:4-11
Los 9 dones espirituales:
Palabra de sabiduría, palabra de conocimiento, fe, milagros, profecía, discernimiento de espíritus, diversas clases de lenguas e interpretación de lenguas.
El creyente en Cristo, que ha madurado, y que decide centrarse en La Palabra de Dios, discierne espiritualmente lo que es malo, lo que es bueno y lo que es mucho mejor. Eso se logra a través de estudiar la Biblia; y ya uno llega a la conclusión o toma la decisión de que no es: lo que yo creo o pienso; sino lo que Dios enseña.
Sin embargo, como es El Espíritu Santo, Quién reparte los dones espirituales como Él quiere, hay algunos creyentes que no tienen el discernimiento o la capacidad que es dada por Dios, para poder distinguir entre lo que es la Verdad de La Palabra (las Escrituras o sana doctrina) y las doctrinas engañosas que son propagadas por espíritus inmundos, también conocidos como demonios.
Aún, de que no todos tienen los mismos dones espirituales, Dios nos exhorta a que podamos discernir los espíritus para que no seamos engañados.
Cuando Pablo y Silas estaban predicando en Berea, algunos que recibían la Palabra, no la creían de inmediato… sino que consultaban las escrituras para comprobar que fuera verdad.
11 Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, para ver si estas cosas eran así.
Hechos 17:11
Algunos creyentes piensan, que por ser nacidos de nuevo y tienen el Espíritu Santo, no serán engañados por demonios, pero la Biblia dice todo lo contrario:
4 Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, 2 mediante la hipocresía de mentirosos que tienen cauterizada la conciencia;
1 Timoteo 4:1
24 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos.
Mateo 24:24
Siempre ha existido, pero hoy en día, vemos en muchos países la forma en que se levantan “falsos mesías” que prometen acabar con lo que ni mismo Jesucristo pudo lograr; y hablan como si fueran Dios mismo con la capacidad de proveer a todos.
Son lobos con piel de oveja, que sobornan a la gente con dádivas temporales que no servirán para nada, y que con promesas engañosas, buscan ser exaltados como salvadores. Algunas personas (sean creyentes o no) los identifican fácilmente y otros quedan «encantados /fascinados /engañados» por ellos.
No hay nada “especial” o místico de quienes disciernen espiritualmente: son simplemente personas que conocen la Palabra de Dios y es fácil reconocer lo que es contrario a lo que la Biblia dice. Tienen la capacidad, dada por Dios, de: “probar” el espíritu, para ver si está alineado o en oposición a lo que la Biblia enseña.
Los dones que son repartidos por Dios, no son para uso personal, porque todos reconocemos que lo que tenemos proviene del Señor y debe ser usado para la edificación del cuerpo de Cristo, de la iglesia. El Señor nos ha capacitado a cada uno con talentos y dones específicos para cumplir con el propósito de extender el reino de los cielos aquí en la tierra. Dios tiene un propósito por lo cual nos llamó de las tinieblas a Su Luz Admirable, y lo conocemos (1 Pedro 2:9-10).
Si ya has nacido de nuevo y amas a Dios, y te gustaría que El Espíritu Santo te diera alguno de los dones espirituales de 1 Corintios 12; no dudes en pedírselo, porque a Él le agrada dar cosas buenas a sus hijos obedientes.
11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?
Mateo 7:11
13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
Lucas 11:13
20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, 21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
Efesios 3:20-21
Dios te bendiga y ponga en ti, el deseo de meditar en Su Palabra de día y de noche, porque eso traerá bendición a tu vida, a tu familia y a tu país.
Por tu EncuentroconJesus,
-Ani Garza T
Hola hermanos en Cristo ..,gracias a Dios padre por esta página de bendicion. Pido por mi hijo Magdiel que es un muchacho que Dios me lo dio y tiene 22 años . El quiere tener su pareja que Dios le dé , pido oración para Dios muestre cuál será su compañera de toda la vida y él pueda discernir lo que es de parte de Dios y pueda ser feliz con ella . Y que los dos se amen En el poderoso nombre de Jesús amén