Nacemos con el Espiritu Santo?

 
 
   

Por Ana Maria GT
Mayo 20, 2011

Muchas personas creen que todos nacemos con el Espiritu Santo. Yo también así lo creía, yo pensaba que así como nacíamos con cuerpo físico también nacíamos con Espíritu, hasta que me encontré con este pasaje en la Biblia:

Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, cuanto mas vuestro Padre celestial dará el Espiritu Santo a los que se lo pidan?
Lucas 11:13

Entonces pensé…, si por default naciéramos con el Espiritu Santo, entonces Jesús no nos hubiera dicho que lo podíamos pedir al Padre. Y cuando empecé a meditar en esto, me encontré con muchos pasajes que seguían confirmándome que no se nace con el Espiritu Santo, solamente se nace con alma y cuerpo. El cuerpo físico es lo que podemos ver, pero el alma consta de los pensamientos, sentimientos y emociones. El Espiritu Santo, una vez que lo recibimos puede influenciar, por asi decirlo, el alma y el cuerpo…. dando entre otros el fruto del dominio propio. El fruto del Espiritu Santo es amor, gozo, paz, paciencia, etc… y dominio propio, el cual nos ayuda a no dejarnos llevar más por los pensamientos y sentimientos, que pueden llegar a ser, todo una montaña rusa de emociones que controlan nuestras vidas. El dominio propio, fruto del Espiritu Santo, nos ayuda a controlar nuestro cuerpo (incluyendo todos los sentidos) y alma (pensamientos y sentimientos).

Cuando yo pensaba en el espíritu, me lo imaginaba como un mar enorme, siendo el alma, en cada una de las personas, como las gotas de agua de ese mar. Es decir, cada quien tiene un alma propia, pero sigue siendo parte del espíritu común; como el agua sigue siendo parte del mar; pero no es así. El alma y el espíritu son dos cosas diferentes. Y el espíritu y el Espiritu Santo también son diferentes, porque el Espíritu Santo proviene de Dios, y hay otros espíritus o vidas “espirituales” que nada tienen que ver con Dios.
Jesús se lo explica muy bien a Nicodemo (en Juan 3), cuando le dice que para ver el reino de Dios, las cosas de Dios, es necesario nacer de Nuevo, del Espiritu de Dios. No de la carne/terrenal (de eso ya nacimos), sino del ESPIRITU/celestial, es necesario Nacer también del Espíritu.

Y en este pasaje (Juan 14), Jesus explica que conviene que el se vaya (cuando ya lo iban a crucificar), porque cuando el se fuera, Dios Padre enviaría al Consolador, el Espiritu Santo, el cual el mundo no puede recibir, pero nosotros sus discípulos si…. para enseñarnos todas las cosas!

Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, EL os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho. Juan 14:26

Pero como lo podemos recibir? Dios Padre nos lo da después de que CREEMOS y recibimos a su Hijo Jesus en nuestro corazón. Cuando recibimos a Jesus, como Salvador y Señor, Dios nos adopta como hijos, enviando el Espiritu Santo a morar en nuestro corazón, y Es por medio de quien ahora le podemos clamar a Dios, Padre, Abba, Papá.

El Espíritu Santo es quien nos guía a toda la Verdad de la Palabra de Dios. Viene y hace habitación en nosotros, por eso Dios dice que somos el Templo del Espíritu Santo, los que creemos en Jesus, los que hemos sido comprados por El, a precio de sangre.

O no sabeis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Pues por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 1 Corintios 6:19-20

También hay otros espíritus de demonios que pueden venir y morar en nosotros que nada tienen que ver con Dios. Hay espíritus inmundos que vienen a nuestras vidas cuando abrimos puertas que no debimos haber abierto. Tenemos el ejemplo del endemoniado gadareno, a quién Jesús sanó, echando fuera de este hombre el demonio que lo poseía; de las huestes espirituales de las tinieblas, del espíritu del anticristo, etc. del cual nos habla la Biblia. Por eso tenemos que estar alertas y saber que no todo lo “espiritual” proviene de Dios. La Biblia nos enseña en 1 Juan 4, como probar si los espíritus son de Dios.

Dios nos habla a través de nuestra conciencia, pero cuando decidimos andar a nuestra manera, ser incrédulos a las cosas verdaderas de Dios, y dejamos de escuchar su voz, nuestra conciencia puede quedar cauterizada. Y entonces, dejamos de discernir lo que esta bien o mal; lo que es y no es de Dios, y hasta llamamos a lo bueno malo y a lo malo bueno.

La única manera de reconciliarnos con Dios, es a través de la muerte y resurección de Jesucristo. Arrepentirnos, y creer que el murió en la cruz por nuestros pecados, para que todo aquel que lo crea, reciba la vida eterna. Que empieza el día que conoces al Unico Dios Verdadero, y a Jesucristo como Señor. Jesus ES la Verdad, y EL Camino para llegar a Dios, y EN EL tenemos VIDA espiritual. Al recibir el Espiritu Santo, El nos guiará a toda la Verdad, y siendo guiados por el Espíritu Santo pasamos a ser hijos de Dios, y recibiremos todas las promesas que El nos ha dejado escritas en el Testamento que nos dejó, La Biblia.

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.
Romanos 8:14

Facebook Comments

CLIC AQUI PARA DESCARGAR EL MENSAJE

Esta entrada fue publicada en Mensajes, Vida Espiritual. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *