
Juan 14:6
Hoy quiero compartir contigo una revelación fundamental: la divinidad de Jesús, Jesús es Dios. La Biblia nos proporciona una claridad sobre la identidad de nuestro único y suficiente Señor y Salvador.
Comencemos con un poderoso pasaje de Filipenses 2:6-8:
«el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.»