
Deuteronomio 18:10–12
Hay cosas que a los ojos del mundo parecen nobles, conmovedoras, incluso “espirituales”… pero si van en contra de la Palabra de Dios, no son luz, sino sombra disfrazada.
“Hay camino que al hombre le parece derecho, pero al final, es camino de muerte.”
— Proverbios 14:12 (LBLA)
Advertencia clara de Dios sobre hablar con los muertos:
“No se hallará entre ustedes […] quien practique adivinación […] ni quien consulte a los muertos. Porque cualquiera que hace estas cosas es abominación para el Señor…”
— Deuteronomio 18:10–12
No importa si se presenta en forma de cuento, de película o de tradición religiosa. Dios lo aborrece. Y cuando una persona conoce esto y aún así persiste, ya no se trata de ignorancia sino de rebeldía.
“Porque si seguimos pecando voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados.”
— Hebreos 10:26 (LBLA)
¿Y si es “para niños”?
Es aún más grave. Jesús fue claro:
“Al que haga tropezar a uno de estos pequeños… le espera un juicio muy serio” (Mateo 18:6).
Escribo este mensaje corto y directo, con el corazón cargado. Como cristianos que escribimos para niños, tenemos una responsabilidad muy importante. No todo lo que conmueve es de Dios. No todo lo que parece tierno honra al Señor. Y no porque sea solo «ficción» podemos decir que: «no pasa nada».
Promover historias o cuentos donde los muertos hablan con los vivos, y los vivos con los muertos, aunque suenen dulces o nostálgicas, es desobedecer la Palabra de Dios y abrir puertas espirituales que no debemos abrir, mucho menos a los niños.
Por tu Encuentro con Jesús,
-Ani Garza T