Yo Soy el Pan de Vida

 
 
   

Por Ani Garza T
Junio 24, 2014

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Hoy en la mañana, en la madrugada, me desperté meditando en un pasaje que hoy quiero compartir. Es un mensaje que Dios ha puesto en mi corazón desde hace algunos meses, y hoy le he pedido sabiduría para poder compartirlo, y también entendimiento para cada persona que lo leerá.



Yo soy el pan de la vida
; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.

Juan 6:35

Jesús nos ha dejado cientos de enseñanzas, entre ellas, la importancia de comprender la necesidad que todos tenemos de alimentarnos.

Antes de continuar, es importante que comprendamos que solamente el que verdaderamente quiere conocer a Dios, y hacer Su Voluntad, podrá reconocer que las enseñanzas que Jesús nos deja, son de Dios y que Él es verdadero.

Así lo dijo Jesús:

16 Jesús entonces les respondió y dijo: Mi enseñanza no es mía, sino del que me envió. 17 Si alguien quiere hacer su voluntad, sabrá si mi enseñanza es de Dios o si hablo de mí mismo. 18 El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero y no hay injusticia en El.
Juan 7:16-18

Las enseñanzas de Jesús, vienen directamente de quién lo envió, de Dios Padre.
¿Crees esto?

1 En el principio ya existía el Verbo (la Palabra), y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. 2 El estaba (existía) en el principio con Dios.
Juan 1:1-2

¿Quién era la Palabra que existía desde el principio?
Dios.

14 El Verbo (La Palabra) se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito (único) del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan 1:14

¿Quién se hizo carne, o sea: persona, y habitó entre nosotros?
La Palabra, que es Dios.

¿Cómo se llama Aquél que se hizo carne, y habitó entre nosotros?
El Unigénito del Padre, Jesús.

Dios se hizo carne y habitó entre nosotros en la persona de Jesús. Vino como Hijo, nació de una mujer virgen, de María, por obra del Espíritu Santo.
Juan el Bautista dio testimonio de que Jesús es el Hijo de Dios.

32 Juan también dio testimonio, diciendo: “He visto al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y se posó sobre El. 33 Yo no Lo conocía, pero el que me envió a bautizar en agua me dijo: ‘Aquél sobre quien veas al Espíritu descender y posarse sobre El, Este es el que bautiza en el Espíritu Santo.’ 34 Y yo Lo he visto y he dado testimonio de que Este es el Hijo de Dios.”
Juan 1:32-34

Es indispensable creer que Jesús es Dios mismo, que siempre ha existido, desde el principio, y que se hizo carne en la persona de Jesús (cumpliendo las Escrituras), viniendo como Hijo, Hijo de Dios y nacido del vientre de María, concebido por obra del Espíritu Santo.

¿Por qué es tan importante comprender esto?
Porque La Palabra de Dios (Biblia/Escrituras), se hizo carne (persona); y Jesús nos ha mandado a comer de su carne, es decir: alimentarnos de Su Palabra, que es vida, vida espiritual.

Si de verdad queremos poner en práctica lo que Dios dice, debemos creer a Quién Dios ha enviado.

28 Entonces Le preguntaron: “¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras (la voluntad) de Dios?” 29 Jesús les respondió: “Esta es la obra de Dios: que crean en el que Él ha enviado.”
30 Le dijeron entonces: “¿Qué, pues, haces Tú como señal (milagro) para que veamos y Te creamos? ¿Qué obra haces? 31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: ‘LES DIO A COMER PAN DEL CIELO.’”32 Entonces Jesús les dijo: “En verdad les digo, que no es Moisés el que les ha dado el pan del cielo, sino que es Mi Padre el que les da el verdadero pan del cielo. 33 Porque el pan de Dios es el que baja del cielo, y da vida al mundo.” 34 “Señor, danos siempre este pan,” Le dijeron.
Juan 6:28-34

35 Jesús les dijo: “Yo soy el pan de la vida; el que viene a Mí no tendrá hambre, y el que cree en Mí nunca tendrá sed. 36 Pero ya les dije que aunque Me han visto, no creen. 37 Todo lo que el Padre Me da, vendrá a Mí; y al que viene a Mí, de ningún modo lo echaré fuera. 38 Porque he descendido del cielo, no para hacer Mi voluntad, sino la voluntad del que Me envió. 39 Y ésta es la voluntad del que Me envió: que de todo lo que Él Me ha dado Yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final. 40 Porque ésta es la voluntad de Mi Padre: que todo aquél que ve al Hijo y cree en El, tenga vida eterna, y Yo mismo lo resucitaré en el día final.”
Juan 6:35-40

Pero los judíos murmuraban entre ellos, porque no entendían lo que Jesús les decía.

41 Por eso los Judíos murmuraban de El, porque había dicho: “Yo soy el pan que descendió del cielo.” 42 Y decían: “¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo es que ahora dice: ‘Yo he descendido del cielo’?”
43 Jesús les dijo: “No murmuren entre sí. 44 Nadie puede venir a Mí si no lo trae el Padre que Me envió, y Yo lo resucitaré en el día final. 45 Escrito está en los profetas: ‘Y TODOS SERÁN ENSEÑADOS POR DIOS.’ Todo el que ha oído y aprendido del Padre, viene a Mí. 46 No es que alguien haya visto al Padre; sino Aquél que viene de Dios, Él ha visto al Padre. 47 En verdad les digo: el que cree, tiene vida eterna.
Juan 6:41-47

Nadie puede llegar a Jesús sino es porque Dios nos envía, cuando de todo corazón buscamos a Dios, al verdadero, Él siempre nos dirigirá a Su Palabra: a Jesús, para que podamos conocerlo.
Jesús les dice que no es Moisés (o alguna otra persona) quién les da el verdadero alimento, sino Dios Padre es quién envía el verdadero alimento, Su Palabra (refiriéndose a El mismo). Dios nos envía el verdadero Pan, el alimento espiritual; y no el maná, que era simple alimento físico.

48 Yo soy el pan de la vida. 49 Los padres (antepasados) de ustedes comieron el maná en el desierto, y murieron. 50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguien come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que Yo también daré por la vida del mundo es Mi carne.”
Juan 6:48-51

Jesús les estaba diciendo que la manera de no morir (espiritualmente), es decir, tener vida eterna es mediante alimentarnos de su carne (de la Palabra de Dios). También les estaba diciendo que daría su vida, entregaría su cuerpo, para que pudiéramos heredar la vida eterna. Él sabía que pagaría en la cruz por nuestro pecado.
Pero veamos como los judíos se asombraron con toda razón, al escuchar esa palabra, porque como muchos, la tomaron de forma literal; pensando que Jesús esperaba que comieran su cuerpo, como si fueran caníbales.

52 Los Judíos, por tanto, discutían entre sí, diciendo: “¿Cómo puede Este darnos a comer Su carne?” 53 Entonces Jesús les dijo: “En verdad les digo, que si no comen la carne del Hijo del Hombre y beben Su sangre, no tienen vida en ustedes. 54 El que come Mi carne y bebe Mi sangre, tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día final. 55 Porque Mi carne es verdadera comida, y Mi sangre es verdadera bebida.
Juan 6:52-55

Y Jesús, aún después de ver como discutían por no entender, les reitera la importancia de comer Su carne, y beber Su sangre; queriéndose asegurar de que entendieran bien lo que les quería decir: en cuanto a la importancia de comer/alimentarse (espiritualmente).

59 Esto dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Capernaúm.
Y los discípulos tampoco entendieron a lo que Jesús se refería, y por eso se les hacía muy dura esa declaración.
60 Por eso muchos de Sus discípulos, cuando oyeron esto, dijeron: “Dura es esta declaración; ¿quién puede escucharla?” 61 Pero Jesús, consciente de que Sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: “¿Esto los escandaliza (los hace tropezar)? 62 ¿Pues qué si vieran al Hijo del Hombre ascender adonde estaba antes?
Juan 6:59-62

Porque Jesús, también sabía que dudarían de su resurrección. Pero en el libro de Hechos 1:9-11, podemos leer como después de los 40 días de Su resurrección, Jesús asciende al cielo en cuerpo y alma.

Pero volviendo al tema… me encanta, la insistencia y la paciencia de Jesús; y como después de hacer tanto énfasis en la importancia de alimentarnos de Él (en el sentido espiritual y no físico), acaba aclarándoles su mal entendido.  ¡Me encanta!

63 El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que Yo les he hablado son espíritu y son vida.
Juan 6:63

Y aún después de ser tan contundente con su declaración, sabe que todavía hay algunos que no creen, y agrega:

64 «Pero hay algunos de ustedes que no creen».
Juan 6:64

Por supuesto que entendemos que es el Espíritu lo que nos da la vida, las palabras de Jesús: son espíritu y son vida; la carne, para nada aprovecha, hoy la comemos y mañana la desechamos; pero la Palabra de Dios es la que alimenta y fortalece nuestro espíritu (es leche para el infante, el recién nacido espiritual; y alimento sólido para el adulto), La Palabra de Dios es viva y eficaz y cumple el propósito por el cual Dios la envía.

Cuando Jesús dice que: “comamos su carne”, se refiere a que: “nos alimentemos de Su Palabra”, que leamos la Biblia, y que creamos que Él entregó su cuerpo en la cruz para pagar por nuestro pecado, darnos una nueva vida en Él y así podamos heredar la vida eterna.

Cuando Jesús dijo que Él era la Luz, no se convirtió en un foco; sino que se refería a que Su Palabra es Luz a nuestro caminar.  Cuando Jesús dijo que El era la Puerta, no se convirtió en una puerta de madera o de fierro; sino que se refería a que Él es la Única Entrada al Cielo, a la Vida Eterna. Cuando Jesús dijo que El era El Camino, no se convirtió en una carretera; sino que se refería a que andemos en Él.

Dios, por medio de Su Espíritu Santo, nos de la capacidad de discernir Su Palabra, para que podamos comprender cuando nos habla de forma literal o por medio de parábolas y metáforas; y no perdamos sus bendiciones por ignorar las Escrituras.

Lee tu Biblia y permite que Dios te hable, pídele al Espíritu Santo que te ayude a comprenderla. El Espíritu Santo es Quién nos guía a la Verdad de la Palabra de Dios.
Y no permitas que nadie te engañe, al decirte que no la podrás entender.

En el siguiente mensaje estaremos compartiendo el siguiente pasaje:

23 Porque yo recibí del Señor lo mismo que les he enseñado: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, 24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: “Esto es Mi cuerpo que es para ustedes; hagan esto en memoria de Mí.”
25 De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: “Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre; hagan esto cuantas veces la beban en memoria de Mí.”26 Porque todas las veces que coman este pan y beban esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que El venga.
1 Corintios 11:23-26

Porque El Señor viene, y viene pronto por Su Iglesia. Él entregó su cuerpo y derramó su sangre con un propósito: para que los que creemos en Él, podamos saber que tenemos la vida eterna. Porque El murió y resucitó, venciendo la muerte; y Jesús está vivo, sentado a la derecha del Padre intercediendo por nosotros, y preparando morada en el cielo en la casa de nuestro Padre; viene pronto!

Dios, en nombre de Jesús nos bendiga, y nos abra el entendimiento y nos de mucha hambre para alimentarnos de Su Palabra, porque si nos dedicamos a comer solamente el maná o el pan para nuestro cuerpo físico, moriremos espiritualmente.

63 El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovechalas palabras que Yo les he hablado son espíritu y son vida.
Juan 6:63

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