¿Lo reconoces?

 
 
   

Por Ani Garza T
Diciembre 19, 2012


6 Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado,
y la soberanía reposará sobre sus hombros;
y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso,
Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Isaías 9:6

Se llega la Navidad y el momento para tener la oportunidad en familia y con los amigos de reconocer nuevamente la razón de la celebración. Sí, el nacimiento de Jesucristo. Aunque en muchos hogares ni siquiera se le menciona, y mucho menos se le agradece, nosotros los que creemos en Él podemos aprovechar estas fechas para compartir del maravilloso regalo que Dios, por su gran amor, nos dio.

16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.
17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
18 El que cree en El no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Juan 3:16-18

Isaías ya había profetizado que nos nacería un niño, un bebé, un hijo, el de Dios; Soberano, además sería Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno y Príncipe de Paz. ¡Wow! ¿Sabes a quién se refería? Exactamente, a Jesús!

Él es todo lo que necesitamos en nuestra vida: Es soberano, Él posee y ejerce la autoridad suprema o más elevada en todos los asuntos; lo que Jesús dice, eso es, Su Palabra es Verdad. Es el Admirable Consejero… ¿necesitas un consejo sabio? Ve a él, a Su Palabra. ¿Necesitas un milagro, algo que es imposible para ti? Ve a él, porque Jesús es Todo Poderoso. ¿Necesitas un Papá que te consienta, que te chifle, que te abrace…? Ve a Él, que además está deseoso de hacerlo, no tienes idea cuanto te anhela. ¿O quizá estés pasando un tiempo difícil o tormenta y necesitas paz? ¡Ve a Él! ¡Al Príncipe de Paz! Porque la paz que Jesús da, no es como el mundo la da… y si el mundo no te la da, tampoco te la puede quitar. Jesús da una paz que sobrepasa todo entendimiento.

Jesús vino como un bebé indefenso, a nacer en un simple pesebre, mal oliente…

Aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo , haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Filipenses 2:6-8

Y lo hizo para cumplir el propósito que Su Padre tenía para Él… Tomar nuestro lugar, pagar por nuestro pecado (trasgresión a la ley de Dios), salvarnos de la muerte espiritual (apartados de Dios), para que así podamos heredar la vida eterna. ¿Lo comprendes?

23 Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 6:23

Pero ¡Recuerda! Jesús ya no es un bebé indefenso, tampoco está más en la Cruz.
Él venció la muerte para demostrarnos Su Poder, el está Vivo intercediendo por los que confiamos en Él, y porque Él Vive, nosotros también viviremos con Él eternamente. Esto nos llena de gozo. ¡Feliz Navidad!

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