La Tercer Persona de Dios

 
 
   

Por Ani Garza T
Julio 12, 2014

La tercer persona de DiosHace algunos días tuve la oportunidad de platicar con un adolescente, que me comentaba como después de diez años de estar escuchando de la Palabra de Dios, no había tenido la necesidad de recibir a Jesús en su corazón.
Y cómo ahora, después de haber tomado la decisión de aceptarlo en su vida, se siente en paz y con la plena seguridad de ir al cielo, a encontrarse con Él cara a cara cuando muera o cuando Jesús venga por Su Iglesia.

Entre todo lo que estuvimos platicando, me comentaba que uno de sus hermanos le decía que: aunque también había invitado a Jesús a su corazón, se sentía inquieto por no estar seguro de si Jesús había entrado, ya que no sentía “nada en especial”.

En ese momento, solamente le comenté que Dios le daría esa certeza en Su Tiempo.
Y hoy quiero compartir un mensaje que nos ayudará a comprender si realmente Jesús, en Su Espíritu Santo ha venido a morar en nosotros.
Muchos dicen creer en la Santísima Trinidad, Dios en tres personas: Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo; pero pocos conocen a la persona del Espíritu Santo y sus atributos o funciones.

¿Cómo puedo saber si Dios, en Su Espíritu Santo mora en mi? Creo que es una pregunta que todos nos debemos hacer, pero lo más importante es saber si es el Espíritu Santo quien mora en nosotros, y no algún otro espíritu que nada tiene que ver con el Dios verdadero.

Cuando decidimos recibir a Dios en nuestra vida, poniéndonos a cuentas con Él, confesando nuestros pecados y reconociendo que Jesús pagó por ellos en la cruz, y que resucitó al tercer día y ahora está sentado a la derecha del Padre… es cuando empezamos a relacionarnos con Él.
Cuando decidimos dejar de lado nuestra «religiosidad», independencia e incredulidad, y reconocemos que Lo necesitamos y clamamos a Él con un corazón sincero, Dios mismo responde.

Cuando recibes a Jesús en tu vida, como Salvador y Señor, pasas a ser el Templo de Su Espíritu Santo y por eso ahora cuidas tu cuerpo: ya no te emborrachas, no fumas, no hablas majaderías y no permites que cualquiera imponga manos sobre ti; y si haces algo de esto, te sientes muy incómodo, porque su Espíritu te incomoda.

19 ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Pues por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
1 Corintios 6:19-20

16 ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? 17 Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y eso es lo que vosotros sois.
1 Corintios 3:16-17

¿Sabes que Dios ha decidido venir a morar en ti? ¿Te reconoces como su casa, como el templo en donde Dios habita? ¿Sabes que ahora tienes dueño, porque fuiste comprado a precio de sangre? ¿Estás conociendo la Verdad? 

El Espíritu Santo te guía a la Verdad de La Palabra de Dios.
Y ahora buscas aclarar cualquier situación buscando lo que dice Dios: yendo a la Verdad, a la Fuente de Sabiduría, a la Biblia. Decides poner cualquier libro, filosofía, pensamiento o creencia a la Luz de la Biblia, y no al revés. La Palabra de Dios se convierte en Luz a tu Caminar.

13 Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir.
Juan 16:13

Cuando el Espiritu Santo llega a tu vida, se convierte en tu guía espiritual, te guiará a la Verdad y serás enseñado por ÉL.

Otra de las funciones del Espíritu Santo es que te convence de pecado. Hoy, las nuevas filosofías o movimientos, que no creen en el Dios verdadero, buscan diluir el pecado, y prefieren llamarle errores o ignorancia; auto justificando su conducta al decir que son mucho los que viven así. Pero la Palabra de Dios no cambia, permanece para siempre, y Dios sigue llamando pecado a la incredulidad y a la trasgresión de su ley.
Cuando el Espíritu Santo mora en ti, te convencerá del pecado en tu vida, llevándote al arrepentimiento, en vez de a la auto justificación.

8 Y cuando El venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio; 9 de pecado, porque no creen en mí;
Juan 16:8

Pasas a ser adoptado y te sabes hijo de Dios, y ahora puedes llamarle Padre o Papá.

15 Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios,
Romanos 8:15-16

6 Y porque sois hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones, clamando: ¡Abba! ¡Padre! 7 Por tanto, ya no eres siervo, sino hijo; y si hijo, también heredero por medio de Dios.
Gálatas 4:6-7

El Espíritu Santo, también nos ayuda a orar de acuerdo a la Voluntad de Dios, es el que intercede por nosotros en oración, porque no sabemos orar como conviene.

26 Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles; 27 y aquel que escudriña los corazones sabe cuál es el sentir del Espíritu, porque El intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios.
Romanos 8:26-27

Otra de las cosas maravillosas del Espíritu Santo cuando mora en ti, es que te hace saber que tienes un sello, un sello de que le perteneces a Dios. Te sabes sellado por el Espíritu Santo sabiendo que tienes un dueño que cuida de ti, Dios; y que siempre te llevará en la palma de su mano.

21 Ahora bien, el que nos confirma con vosotros en Cristo y el que nos ungió, es Dios, 22 quien también nos selló y nos dio el Espíritu en nuestro corazón como garantía.
2 Corintios 1:21-22

13
En El también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa,
Efesios 1:13

30 Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31 Sea quitada de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia, así como toda malicia. 32 Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo.

Efesios 4:30-32

¿Te sabes sellado por el Espíritu Santo?
Si no estas seguro de que tienes el Espíritu Santo en tu vida, puedes pedírselo a Dios, y Él iniciará una obra en ti y la irá perfeccionando hasta el día de Su Venida.

13 Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
Lucas 11:13

Solamente el Espíritu Santo de Dios podrá darte el testimonio de que has pasado a ser hijo y heredero de Dios, y coheredero con Jesucristo.
Una convicción que jamás te podrán quitar.

16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, 17 y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con El a fin de que también seamos glorificados con El.
Romanos 8:16-17


Dios, en nombre de Jesús, te bendiga y se revele a tu vida con poder.

Facebook Comments

CLIC AQUI PARA DESCARGAR EL MENSAJE

Esta entrada ha sido publicada en Mensajes, Uncategorized, Vida Espiritual y etiquetada como , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *