Gloríate de esto

 
 
   
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Anoche que estaba orando, le presenté al Señor una carga que traía en mi corazón: de un comentario que me hicieron, que me perturbó un poco; y después de hablarlo con Dios, me quedé dándole vueltas a ese comentario, hasta que me quedé dormida.

Y alrededor de las 4:00 de la madrugada, me desperté meditando en este pasaje:

23 Así dice el Señor:
“No se gloríe el sabio de su sabiduría,
Ni se gloríe el poderoso de su poder,
Ni el rico se gloríe de su riqueza;
24 Pero si alguien se gloría, gloríese de esto:
De que Me entiende y Me conoce
,
Pues Yo soy el Señor que hago misericordia,
Derecho y justicia en la tierra,
Porque en estas cosas Me complazco,” declara el Señor.
Jeremías 9:23-24

El Señor realmente desea que lo conozcamos; Él quiere que lo entendamos y lo conozcamos.
A Dios no le interesa si somos sabios, poderosos, ricos, buenos, morales, etc.  Lo que a Él mas le interesa, es que si vamos a «presumir» o gloriarnos de algo, que sea de que lo Entendemos y lo Conocemos.

Cuando hablamos de Dios a otros, porque queremos compartir lo mejor que tenemos, podemos pasar por soberbios. Algunas personas piensan que nos creemos más que los demás, al escucharnos decir que Dios nos habla o que nos responde; pero esto nada tiene que ver con la soberbia, sino con Su Palabra.

2 Así dice el Señor que hizo la tierra, el Señor que la formó para establecerla; el Señor es su nombre:
3 “Clama a Mí, y Yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces.”
Jeremías 33:2-3

¿Por qué podemos creer que Dios sí nos escucha, pero no podemos creer que Dios nos habla?

Cuando clamamos a Dios, con un corazón sincero, Él nos responde.

La Biblia dice que:
18 Nadie ha visto jamás a Dios;
Juan 1:18

Pero también dice: que Jesucristo nos lo da a conocer:
18 … el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El le ha dado a conocer.
Juan 1:18

Cuando Cristo se ha revelado a nuestra vida, dándonos a conocer a Dios Padre, y creemos lo que Él nos ha dicho:

Jesús dijo: Yo Soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.
Juan 14:6

No podemos ya estar de acuerdo en que hay muchos caminos para llegar a Dios. No importa lo que otros filósofos, teorías, cursos, libros, maestros o religiones digan.
Dios nos ha revelado que solamente hay un Camino para llegar a Él.
Pero, no debe extrañarnos que cuando decimos que solamente hay UN Camino: Jesucristo; la gente nos considere: cerrados e intolerantes, y hasta soberbios.

Cristo nos ama a todos por igual; tanto, que dió su vida en la cruz, para pagar la deuda que nos separaba de Dios. Cristo ha venido a reconciliarnos con Su Padre para que podamos heredar la vida eterna. Jesucristo ha venido a todos, para revelarnos a Dios. Dios no quiere que nadie se pierda, sino que todos los hombres vengamos al arrepentimiento y al conocimiento de La Verdad, de Su Hijo. Está en nosotros creerlo o rechazarlo.

La Palabra que Dios había hablado por medio de los profetas, que ahora podemos leer en las escrituras, se cumplió haciéndose carne en la Persona de Jesús.
Es cierto que Jesús nació hace apenas 2,000 años; pero ha existido siempre, Él es Dios.
¿Qué más necesitamos para creerle?  Hoy Dios nos sigue hablando …

1 En tiempos antiguos Dios habló a nuestros antepasados muchas veces y de muchas maneras por medio de los profetas. 2 Ahora, en estos tiempos últimos, nos ha hablado por su Hijo, mediante el cual creó los mundos y al cual ha hecho heredero de todas las cosas.
3 Él es el resplandor glorioso de Dios, la imagen misma de lo que Dios es y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de limpiarnos de nuestros pecados, se ha sentado en el cielo, a la derecha del trono de Dios, 4 y ha llegado a ser superior a los ángeles, pues ha recibido en herencia un título mucho más importante que el de ellos.
Hebreos 1:1-4

Cuando recibimos a Jesús, La Palabra de Dios, en nuestro corazón; Dios Padre nos adopta como hijos.

11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre,
Juan 1:11-12

Y al ser adoptados hijos de Dios, coherederos con Cristo, podemos hacer nuestras, cada una de las promesas que Dios nos ha dejado en el Testamento, la Biblia.
Además de que nos da una nueva vida. Nacemos de nuevo, del espíritu.

17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.
2 Corintios 5:17

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