Extiende tu mano

 
 
   

Por Ana Maria GT
Febrero 16, 2011

En el mensaje pasado, “Para ser prosperados”, vimos que Dios quiere prosperarnos en todo de acuerdo al Salmo 1. Pero que pasa cuando tenemos algún area de nuestra vida que no esta bien, algo con lo que estamos batallando, algo que no funciona, que no tiene vida, y que pensamos ya no tiene solución. Puede ser algo con lo que hayamos nacido, como consecuencia de algo que hicimos mal, o como consecuencia de algo que nos hicieron. La razón puede ser cualquiera, pero esa parte tullida, sin vida, nos duele e impide que nos sintamos gozosos.

Puede ser algo que nos avergüenza y que queramos mantener escondido. Quizá batallamos con la mentira, con la pornografía, alguna adicción, fraudes, con la soberbia, con algún pecado que queremos mantener oculto. Puede ser que estemos batallando en el estudio, trabajo, finanzas, matrimonio, relación con los hijos, o en la salud, pensamos que ya no hay solución y estamos acostrumbrándonos a vivir así. Hemos intentado varias maneras de solucionar el problema, pero parece que nada funciona y hemos decidido mantener esa situación oculta, tal como esta, aparentando que todo esta bien.

Ese podría ser el caso del hombre con la mano seca que se encontró con Jesus. Al parecer este hombre estaba bien, a simple vista no parecía tener ningún tipo de problema. Alomejor el mantenía su mano seca, tullida, dentro de la bolsa de su saco, escondida, y no todos podían ver el problema que él tenía. Pero Jesús bien sabía de su problema y lo llamó.

6Y en otro día de reposo entró en la sinagoga y enseñaba; y había allí un hombre que tenía la mano derecha seca.
7Y los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si sanaba en el día de reposo, a fin de encontrar de qué acusarle.
8Pero El sabía lo que ellos estaban pensando, y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ven acá. Y él, levantándose, se le acercó.
9Entonces Jesús les dijo: Yo os pregunto: ¿es lícito en el día de reposo hacer bien o hacer mal; salvar una vida o destruirla?
10Y después de mirarlos a todos a su alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano quedó sana.
11Pero ellos se llenaron de ira, y discutían entre sí qué podrían hacerle a Jesús.
Lucas 6:6-11

En el pasaje no se explica porque era que el hombre tenía la mano seca, quizá la usaba para robar y alguien se la quemó, o quizá se le secó cuando se la levantó a sus padres para golpearlos, (como decían nuestras abuelitas: “No me levante la mano, porque se le seca”), o quizá nació asi, no sabemos.

No importa la razón por la cual el la tenía así, lo mas importante es que cuando se encontró con Jesús en la sinagoga, Jesús la notó y le dijo: “Extiende tu mano”, (déjame verla, muéstramela), el hombre obedeció y Jesus lo sanó. El hombre no dió ninguna excusa para no extender su mano, solamente obedeció al Señor, le mostró su mano emproblemada, y eso permitió que le fuera sanada.

Hay algo que estes escondiendo en tu vida que este seco o tullido. Dios quiere que hoy lo extiendas a él, muéstrale tu problema, y escucha su voz diciendote “extiende eso con lo que estas batallando, porque yo lo quiero restaurar”. Jesús es especialista en restaurar vidas, porque El es el creador de ellas; y El sigue teniendo el poder para arreglar cualquiera que sea tu problema. Ya no lo ocultes mas, muéstrale, enseñale eso con lo que estas batallando, y observa tu problema quedando restaurado, sano.

Jesús lo hizo con el hombre de la mano seca y también lo hará con nosotros si ponemos nuestra confianza en El, obedece lo que te pida, y El obrará en tu vida maravillas. No importa si los demás se enojan, como en este caso los fariseos religiosos, los demás que siguen sin creer en el poder de Jesús no recibirán nada de Él. Pero tu esta dispuesto a recibir tu sanidad en cualquier area de tu vida, y glorifica a Dios en el nombre de Jesús, porque El sigue siendo Dios. EL sigue sentado en su trono intercediendo por los que venimos a Él. Jesucristo sigue teniendo todo el poder, aún para levantar a personas de entre los muertos. El es Dios, y quiere restaurar tu mano seca, extiéndesela a El, y El obrará. Bendiciones.

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