Como cuerpo de Cristo

 
 
   

Por Ana Maria GT
Julio 5, 2011

Asi como Dios ha dispuesto que el hombre sea cabeza de la mujer, Cristo es la cabeza de la Iglesia. Todos los que creemos en Jesucristo pasamos a ser su cuerpo, con diferentes funciones y talentos para cumplir el propósito que Dios tiene para extender su Reino aquí en la tierra. Todos somos igual de importantes, y nos necesitamos unos a otros, y si no funcionamos en unidad, no se podrá cumplir el propósito que tenemos como cuerpo.

12Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo.
13Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya judíos o griegos, ya esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu.

14Porque el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.
15Si el pie dijera: Porque no soy mano, no soy parte del cuerpo, no por eso deja de ser parte del cuerpo.
16Y si el oído dijera: Porque no soy ojo, no soy parte del cuerpo, no por eso deja de ser parte del cuerpo.
17Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿qué sería del oído? Si todo fuera oído, ¿qué sería del olfato?
18Ahora bien, Dios ha colocado a cada uno de los miembros en el cuerpo según le agradó.

19Y si todos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo?
20Sin embargo, hay muchos miembros, pero un solo cuerpo.
21Y el ojo no puede decir a la mano: No te necesito; ni tampoco la cabeza a los pies: No os necesito.
22Por el contrario, la verdad es que los miembros del cuerpo que parecen ser los más débiles, son los más necesarios;
23y las partes del cuerpo que estimamos menos honrosas, a éstas las vestimos con más honra; de manera que las partes que consideramos más íntimas, reciben un trato más honroso,
24ya que nuestras partes presentables no lo necesitan. Mas así formó Dios el cuerpo, dando mayor honra a la parte que carecía de ella,
25a fin de que en el cuerpo no haya división, sino que los miembros tengan el mismo cuidado unos por otros.
26Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él.
27Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él. 1 Corintios 12:12-27

El cuerpo funciona bien cuando cada miembro funciona bien, el problema sucede cuando una parte del cuerpo quiere hacer la función de la otra parte del cuerpo. Esto sucede cuando uno no esta conforme con lo que EL Señor nos ha mandado a hacer. Imaginate el riñón queriendo hablar, o la boca queriendo maniobrar. Cada parte del cuerpo es igual de importante y aunque algunos no se vean, como el hígado o el corazón, sin ellos no funcionaría adecuadamente el resto del cuerpo. Dios nos creo a todos con talentos y dones diferentes para complementarnos, y si los usamos para su honra y gloria, El nos dará mas. Pero si no los usamos para su honra, aún lo poco que nos haya dado nos será quitado. Quizá Dios nos ha dado un talento para hablar, pero que es lo que hablamos, hablamos bendición o maldición? Quizá nos ha dado un talento en la música, pero a que y a quien le cantamos, usamos ese don para glorificarlo y alabarlo a el? Como parte del cuerpo que somos en Cristo, dependiendo de como usemos los talentos, Dios nos dará mas, o nos los quitará. Cristo quiere que crezcamos en amor y en unidad, apoyándonos unos a otros y no menospreciándonos o quejándonos por querer hacer lo que en ese momento Dios no ha dispuesto. El es la cabeza del cuerpo, y el es el que manda las señales de cómo debe funcionar el cuerpo, la mano no le dice a la cabeza que hacer, la cabeza es quien dirige la mano, la boca, los pies y toda las partes del cuerpo. Es importante que todos los miembros funcionen en armonía con los demás, para que el cuerpo crezca en todos los aspectos a la estatura de la cabeza que es Cristo.

15sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo,
16de quien todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor. Efesios 4:15-16

Dios es quien nos inventó, nos creo, y el sabe exactamente el propósito que tenemos cada quien. Asi como el que inventó el micrófono dejó un manual de instrucción para usarlo correctamente, y no como martillo; igual, Dios nos dejó el instructivo para que podamos operar correctamente. Como nosotros no nos creamos a nosotros solos, no podemos darnos nuestra función ni propósito.

3Sabed que El, el SEÑOR, es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos y ovejas de su prado. Salmo 100:3

Es el Señor quién nos creo, que nos dará a cada quien nuestro propósito. Busquemos en el instructivo que nos dejó, la Biblia, para que podamos operar y funcionar de acuerdo para lo que cada quien fuimos hechos. Dios te creo a ti con tus talentos, con un gran propósito, pregúntaselo a él. Por la fe en El, vive de acuerdo a ese propósito, y al irlo cumpliendo al servir correctamente, obtendremos el gozo y la abundancia de vida que Cristo ha venido a darnos. Y al final, quizá en el lecho de muerte, podremos decir lo que le dijo Pablo a Timoteo…

7He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. 8En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. 2 Timoteo 4:7-8

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